Nuestra alma necesita
como el cuerpo alimento
y nuestros sacerdotes
son encargados de ello
Seres que Dios creó
para ser guia espiritual
debemos de escucharlo
y alejarnos del mal
es representante de Dios
que tenemos en la tierra
por eso mi buen amigo
procura seguir su huella
si con EL te confiesas
no es un hombre cualquiera
es delegado de Dios
que en su nombre te absuelva
EL tiene el poder
para curar tu alma
es tu guía espiritual
y de tu vida cristiana
Autora.:BELÉN MANRIQUE
OK. amiga.
ResponderEliminarY si abusa de un menor. ¿Que hacer con el ?.
Saludos.
Pues mi querido amigo,desafortunadamente la pediastia y el abuso existe en toda profesión y eso no quiere decir que todos somos asi.
ResponderEliminarPero si sucede con ellos, yo considero que como ser humano debe ser juzgado y condenado como tal?
pues es un delito que lástimosamente no es castigado como debiera
Hola Belén.
ResponderEliminarNo sabia, habías respondido a este mío.
Mis excusas. Creo fui demasiado ALTIVO.
Fue un comentario al calor y fragor de un debate, que considero, se esta manipulando en exceso.
Gracias por tus visitas y comentarios en el mío.
Publique con mucho CARIÑO y esmero ese comentario “versado”, que me dejaste sobre Córdoba.
Gracias por todo Belén.
Un FUERTE abrazo.
Nuestra alma necesita
ResponderEliminarcomo el cuerpo alimento
y nuestros sacerdotes
son encargados de ello
Seres que Dios creó
para ser guia espiritual
debemos de escucharlo
y alejarnos del mal
es representante de Dios
que tenemos en la tierra
por eso mi buen amigo
procura seguir su huella
si con EL te confiesas
no es un hombre cualquiera
es delegado de Dios
que en su nombre te absuelva
EL tiene el poder
para curar tu alma
es tu guía espiritual
y de tu vida cristiana
Gracias Belén por tan hermosas coplas o trovas, yo no sé distinguirlas.
ResponderEliminarConozco muchos santos sacerdotes otros no tan santos pero estos últimos como todos nosotros luchan por ser mejores seres humanos y se esfuerzan por hacer su trabajo lo mejor posible. Lo copiaré para recitarlo a mi párroco que es casi un santo lo queremos mucho. Sigue escribiendo. María Inés